Ridicule es una película francesa que cuenta la historia de un ingeniero que debe acudir a la corte del rey de francia para poder resolver un problema de su comunidad, y de las peripecias que debe hacer en la corte para ser escuchado y no caer en ridículo. Las anteriores entradas de este blog cuentan una historia de un ingeniero que acude a los mecanismos de participación del estado para poder resolver algunos problemas de su comunidad, pero que a diferencia del protagonista de la película, conoció un grupo de personas dispuestas a plantear soluciones.
Aún quedaron muchas cosas pendientes como el necesario diálogo entre mesas, ya que por razones de tiempo, el CPL no lo hizo. Tampoco quedaron priorizados los temas como me hubiese gustado, pero el CPL había definido una
determinada estructura del documento; de haberlo sabido antes hubiera organizado la información de una forma diferente, es más, de haber sabido lo que sabía para ese momento, habría hecho varias cosas de forma distinta:
- Para comenzar no hubiese estado de acuerdo con el uso de la metología de metaplan, ya que se enfoca en problemas puntuales, mientras que los problemas que teníamos, al menos en nuestra mesa de trabajo, incidían en varias mesas, de manera que la mejor forma de solucionarlos era establecer un diálogo con todos los actores involucrados (que en varios casos tenían su propia mesa de trabajo).
- Cuando ya se hubiesen socializado los problemas, hubiese llevado un documento de trabajo base, ya que los debates dilatan los procesos y muchas veces se repite la información, si la información se estructura a medida que se socializa, se puede referenciar en el futuro e incluso refinar.
- Cuando se elaboren documentos, trabajar en computador si el espacio de trabajo tiene proyector, ya que se gana mucho tiempo y todos los involucrados pueden participar en la redacción de las ideas.
- Dedicar más tiempo para tratar de entender las posiciones de los compañeros. Muchos hablaban desde su propia experiencia y no solo desde el conocimiento teórico, finalmente les dí la razón a los que no estaban de acuerdo con la forma como se llevó el proceso.
Este ha sido un camino de conocimiento y aprendizaje, de manifestar lo que se quiere decir, pese a la timidez, de escuchar, pese a la diferencia, de esperar pese a la prisa, de tolerar pese al desconcierto y de atender pese a la ignorancia. Antes de la entrega fui elegido por mis compañeros de mesa para hacer la presentación del trabajo ante la comunidad y las autoridades locales, y agradecido con ellos por la confianza depositada en mí, los representé, aunque por la congestión en los pulmones y problemas con el micrófono y el proyector y los nervios, no dije todo lo que hubiese querido, ni con la claridad que me hubiese gustado; sin embargo sé que ya habrá otras oportunidades para acompañarlos y representarlos, por que el trabajo de los comisionados dura lo que dure la administración distrital.