sábado, 7 de julio de 2012

Presentación de la propuesta del plan de desarrollo local

Ridicule es una película francesa que cuenta la historia de un ingeniero que debe acudir a la corte del rey de francia para poder resolver un problema de su comunidad, y de las peripecias que debe hacer en la corte para ser escuchado y no caer en ridículo. Las anteriores entradas de este blog cuentan una historia de un ingeniero que acude a los mecanismos de participación del estado para poder resolver algunos problemas de su comunidad, pero que a diferencia del protagonista de la película, conoció un grupo de personas dispuestas a plantear soluciones.

Aún quedaron muchas cosas pendientes como el necesario diálogo entre mesas, ya que por razones de tiempo, el CPL no lo hizo. Tampoco quedaron priorizados los temas como me hubiese gustado, pero el CPL había definido una  determinada estructura del documento; de haberlo sabido antes hubiera organizado la información de una forma diferente, es más, de haber sabido lo que sabía para ese momento, habría hecho varias cosas de forma distinta:
  • Para comenzar no hubiese estado de acuerdo con el uso de la metología de metaplan, ya que se enfoca en problemas puntuales, mientras que los problemas que teníamos, al menos en nuestra mesa de trabajo, incidían en varias mesas, de manera que la mejor forma de solucionarlos era establecer un diálogo con todos los actores involucrados (que en varios casos tenían su propia mesa de trabajo).
  • Cuando ya se hubiesen socializado los problemas, hubiese llevado un documento de trabajo base, ya que los debates dilatan los procesos y muchas veces se repite la información, si la información se estructura a medida que se socializa, se puede referenciar en el futuro e incluso refinar.
  • Cuando se elaboren documentos, trabajar en computador si el espacio de trabajo tiene proyector, ya que se gana mucho tiempo y todos los involucrados pueden participar en la redacción de las ideas.
  • Dedicar más tiempo para tratar de entender las posiciones de los compañeros. Muchos hablaban desde su propia experiencia y no solo desde el conocimiento teórico, finalmente les dí la razón a los que no estaban de acuerdo con la forma como se llevó el proceso.
Este ha sido un camino de conocimiento y aprendizaje, de manifestar lo que se quiere decir, pese a la timidez, de escuchar, pese a la diferencia, de esperar pese a la prisa, de tolerar pese al desconcierto y de atender pese a la ignorancia. Antes de la entrega fui elegido por mis compañeros de mesa  para hacer la presentación del trabajo ante la comunidad y las autoridades locales, y agradecido con ellos por la confianza depositada en mí, los representé, aunque por la congestión en los pulmones y problemas con el micrófono y el proyector y los nervios, no dije todo lo que hubiese querido, ni con la claridad que me hubiese gustado; sin embargo sé que ya habrá otras oportunidades para acompañarlos y representarlos, por que el trabajo de los comisionados dura lo que dure la administración distrital.

Organizando las propuestas de los ciudadanos V

La siguiente reunión llevé el computador y un documento con una sugerencia de árbol de problemas tal y como lo sugiere el marco lógico para trabajar sobre él, a lo que dedicamos toda la mañana, aunque no fue suficiente; de manera que invité a los comisionados que pudieran asistir a mi casa esa noche para continuar con el trabajo, y así lo hicimos, aunque sólo terminamos trabajando en el documento cuatro personas.

Finalmente se entregó el documento al Comité de Planeación Local y colabore con la inclusión de nuestros cambios en el documento final de la propuesta del plan de desarrollo local, aunque no estuve de acuerdo con la forma como se incluyeron algunos cambios, por lo que solicite de nuevo la presencia de los comisionados para dar una última revisión al documento, llamado al que acudieron tres comisionados. Se hicieron algunos ajustes y se integraron en el documento final.

Fue una experiencia enriquecedora la consolidación de las soluciones tras los largos días de debate; también fue muy satisfactorio tener al fin un producto tangible con la articulación de las palabras precisas, las palabras que representan a una comunidad; y pese a que aún había inconformidades la construcción colectiva en medio de la diferencia era ya de por sí un logro.

Organizando las propuestas de los ciudadanos IV

Una semana y media después fuimos citados para continuar con la elaboración del plan de desarrollo. Previamente me había enterado que las propuestas no se habían socializado con las demás mesas, debido a que el trabajo de varias mesas no había terminado.

Ese día me permitieron actuar como moderador y sobre los documentos trabajados en la sesión anterior sugerí, armar el árbol de problemas a instancias de otro compañero que planteó el uso de Marco lógico. Así es que se estructuraron los problemas identificados, mientras se hacían los debates de rigor. Para ese momento ya conocía la forma de interactuar de la mayoría y algunas de sus fortalezas dentro del grupo, lo cual me facilitaba la comunicación. 

Al finalizar programamos otra sesión la semana siguiente y uno de los compañeros me invitó a adelantar algo del trabajo antes de la siguiente reunión con lo cual estuve de acuerdo. Llamentablemente no logramos acordar un momento para encontrarnos, pero afortunadamente, por que ello me motivó a estudiar por mi cuenta el modelo de marco lógico y aplicarlo al trabajo que veníamos realizando.

Organizando las propuestas de los ciudadanos III

La tercera jornada de trabajo cambió la dinámica de las reuniones. Se hizo en un salón comunal y se citó a todas las mesas, aunque trabajando individualmente. Un comisionado que no había participado hasta ese momento tomó la vocería y organizó la reunión de acuerdo a los ejes temáticos de la propuesta del plan de desarrollo, lo cual era necesario, dado que las propuestas de los ciudadanos que no estén respaldadas por el plan de gobierno corren el riesgo de ser ignoradas por el alcalde local por no hacer parte de la política pública del Alcalde Mayor.

Dado que el moderador no había asistido a las reuniones anteriores, desconoció el trabajo que se había hecho hasta ese momento, lo que dio lugar a otra mañana de quejas que ya habíamos escuchado, sin una propuesta de solución concreta. Sin embargo, cuando el grupo ya estaba más articulado, se comenzó el planteamiento de problemas y soluciones que se plasmaron en una cartelera y en un formato sugerido por los miembros del CPL.

Al finalizar la reunión se nos indicó que sería necesario nombrar delegados para compartir los resultados de la mesa con las otras mesas de trabajo, con lo cual muchos no estuvimos de acuerdo, pero finalmente se  nombraron dos o tres representantes y partimos con inconformismo dado que no sabríamos en que terminaría el proceso.


Desde mi experiencia se que procesos distintos pueden llegar al mismo resultado, por esa razón muchas veces me había agarrado el cabello cuando otros comisionados dilataban las reuniones quejándose del proceso; al salir saludé a uno de ellos, que a pesar de los desacuerdos me comenzaba a agradar. Me comento que no volvería a participar aunque dejaba constancia de su asistencia, dado que había discutido con alguien y había sido censurado, lo que me pareció inconveniente dado que se necesita escuchar todas las voces para plantear soluciones, aún las que no queremos escuchar. Le expresé mi solidaridad y me marché con fe en que todo llegara a buen término.

Organizando las propuestas de los ciudadanos II

En la segunda jornada de revisión de propuestas se llevó el material que se había consolidado el sábado anterior, y aunque algunos comisionados reconocieron el ejercicio de analizar los problemas, agruparlos y resumirlos, hicieron notar que había varias falencias en el proceso ya que no permitía que los problemas se expresaran desde lo sectorial hasta lo local, de manera que aunque se entregó un avance pequeño de los temas, el ingreso de una de las comisionadas que no había participado en la jornada anterior,  y que nos incitó a desconfiar de todos, fue el detonante para detener la reunión dado que no había razón para trabajar si no estábamos de acuerdo para seguir con el proceso.

Por mi parte traté de entender mejor los intereses particulares de mis compañeros. No estuve de acuerdo un uno en especial que siempre estuvo en contra del proceso debido a que sus comentarios, aunque ilustrados, no mencionaban soluciones, sólo quería detener el proceso. Supuestamente de acuerdo a lo que entendí a los representantes del CPL, la jornada siguiente se haría la consolidación de las propuestas de las diferentes mesas de trabajo, por lo tanto no me pareció muy fundamentada la queja de otros  comisionados. 


Desde mi perspectiva esa jornada y la anterior fuimos victimas de autosabotaje, ya que a pesar de estar en medio de personas muy capaces y de estar de acuerdo en las problemáticas no logramos elaborar ningún producto concreto y en cambio si habíamos repetido muchas palabras y derrochado mucho tiempo. El moderador estuvo de acuerdo conmigo y yo estuve de acuerdo con él en que debía cambiar la forma como se estaban llevando las reuniones.

sábado, 9 de junio de 2012

Organizando las propuestas de los ciudadanos I

El trabajo de organización de propuestas empezó una tarde de sábado en un colegio cercano a mi casa. Ese día estaban todos los comisionados de la localidad, organizados en un salón por cada mesa de trabajo. Reconocí a varias personas que había visto previamente, entre ellos uno de los asistentes al primer encuentro, que en esa ocasión apenas si había hablado, pero que ahora estaba moderando la reunión de la mesa de trabajo. Cuando el moderador solicitó un voluntario para ser relator un hombre se ofreció, pero inmediatamente otro individuo a mi lado protestó debido a que no estaba de acuerdo ya que, según él,  previamente habían trabajado juntos y había incumplido con entregas; se le ofreció la relatoría a otro hombre y éste aceptó.

Los organizadores del CPL habían digitalizado todas los problemas y propuestas de los ciudadanos en una cartelera para facilitar el trabajo de revisión y priorización, sin embargo fue notorio para muchos que había propuestas faltantes y que se había cambiado el sentido de varias propuestas. Muchos comisionados solicitaron el material original e incluso se llegó a dudar de la transparencia del proceso, hasta que los representantes del CPL se ofrecieron a ofrecer el material original, reconociendo que podría haber errores de transcripción inintencionadamente. 

Finalmente se acordó una reunión  con los comisionados el jueves siguiente para revisar el proceso que se debía seguir, y adelantar ese día el trabajo  de revisar las propuestas, pero dado que habíamos gastado mucho tiempo en discusiones y no había habido un avance significativo, ofrecí mi casa para continuar con el proceso, con lo cual  varios comisionados estuvieron de acuerdo.

Tras algunas horas de debate, identificamos el deterioro territorial como el principal problema de la localidad, pero se hizo tarde y no hubo más avances, junto con el moderador trabajamos hasta las nueve de la noche prometiendo continuar con el trabajo el día siguiente, pero no lo localicé. Después me enteré que estuvo en su casa hasta las tres de la mañana agrupando las soluciones de los ciudadanos a los problemas que habíamos detectado.

Primera reunión de comisionados

La primera reunión de comisionados tuvo varios percances que no dejaron de ser cómicos para alguien que no está acostumbrado a verlos. Para comenzar una mujer estaba inconforme por la citación que se había hecho, y exigió que un relator comentara todas sus inconformidades, pese a que las organizadoras del CPL le explicaron que aquello no era un encuentro sino una reunión de comisionados, y que no había de que preocuparse ni por el proceso ni por el tiempo que restaba para desarrollar el borrador del plan de desarrollo local. Posteriormente vino la presentación, y en el momento en que se presentó un hombre joven la misma mujer que había dilatado la reunión con sus preguntas y quejas, se salió de sus casillas gritándole al hombre que él no tenía  derecho a ser comisionado del grupo que decía representar. La reunión se desorganizó y muchos asistentes amenazaron con abandonar si no había orden, la mujer fue llevada a la parte de atrás del salón y la tranquilizaron las organizadoras del CPL. después de un rato la reunión continuó.

Supuestamente al final de la reunión íbamos a recibir una capacitación sobre el trabajo que debíamos desempeñar como comisionados, pero dado que algunos de los asistentes estaban inconformes con el proceso en que se estaban estableciendo los encuentros, un representante del CPL decidió comenzar con la explicación del proceso. Al finalizar quedó un aire de inconformidad en el recinto y varios comisionados se fueron las mismas dudas con que llegaron. Por mi parte aprendí el objetivo de las reuniones de comisionados y los procesos necesarios para desarrollar un plan de desarrollo local.

martes, 29 de mayo de 2012

Primer encuentro ciudadano

Me pareció curioso que al momento de inscribirme a los encuentros ciudadanos me preguntaran la organización a la que pertenecía, como si ni bastara con ser un residente del sector. La razón la entendí un poco después: era raro que individuos participaran a nombre propio.

El primer encuentro ciudadano fue organizado en varios días y lugares dependiendo los territorios en los que fue dividida la localidad de los Mártires de Bogotá; a su vez cada espacio fue dividido en varias mesas de trabajo. Recorrí todas las mesas e ingresé a la mesa de renovación urbana, en la que varias personas discutían los mismos temas que yo quería tratar : las basuras, los habitantes de calle, el mejoramiento del sector y el plan centro y sus implicaciones.

Ese día me sorprendió que todos los asistentes compartíamos las mismas problemáticas, aunque aveces con puntos de vista opuestos sobre el mismo problema. Me molestó la falta de organización de los participantes, el ansia de protagonismo de algunos y que el moderador permitiera a los participantes repetir una y otra vez los mismos problemas, a pesar que cada quien ya los había escrito en una pequeña cartulina, sin embargo me gustó haber asistido, aunque mi participación se limitó a intervenir para evitar que el proceso se entorpeciera repitiendo las quejas que todos conocíamos. También se hablo de cosas que escuchaba por primera vez, como del acuerdo 13 o las asociaciones de propietarios frente a los proyectos de renovación urbana, el conocimiento ciudadano del hampa que como una sobra invisible cubría el sector, pero sus actos se evidenciaban en el deterioro y la inseguridad, también se habló de las zonas de tolerancia y del empoderamiento y uso de los sistemas de información para vigilar y mantenerse informado de las acciones de la administración local; y mientras esto ocurría,  anotamos las soluciones propuestas en otra cartulina, obligándome a resumir el texto que había preparado en una hoja completa, en unos cuantos renglones.

Al finalizar, después de que el alcalde local se presentara, las señoritas que hacían de facilitadoras (no estoy seguro si eran IDPAC o del CPL) terminaron de anotar  en una cartelera lo que los participantes habían expresado, y para mi sorpresa, la sesión terminó sin debatir nada. El moderador solicitó postulaciones para ser comisionados, se autopostuló y a mi pregunta de qué hacía un comisionado, contesto indicando que es una actividad que demandaba tiempo y compromiso, lo que me hizo desistir, sin embargo, cuando le pregunté una mujer mayor que había sido postulada si me mantendría informado, me instó a que me postulara yo mismo, ya que ella no estaría presente en el proceso. Pensé que la mejor forma de hacer seguimiento a mis propuestas era continuar con el proceso hasta el final y me inscribí.

El problema

Prefiero caminar veinte calles y obtener un asiento vacío en el bus que esperar en la estación y competir violentamente por un espacio en el bus lleno, de esta forma, la decisión y la acción de de caminar me dignifican, aunque lamentablemente muchos habitantes de mi ciudad no las tienen. Mayor comodidad mejora mi calidad de vida, y lo más cómodo es no tomar bus en absoluto, y mejor que conducir es caminar, de manera que para mejorar mi comodidad decidí vivir cerca al trabajo. Se me presentaron dos posibilidades: la comodidad y él estética del sector donde trabajo (incluyendo los altos costos), o el espacioso apartamento de una amiga en una zona estigmatizada por la indigencia, la prostitución y la inseguridad. Claro, lo importante es el interior, así que escogí lo segundo pensando en que las cosas pueden mejorar y que mis gatos necesitan un espacio amplio.

No tardé muchos días en reconocer los problemas de mi nuevo hábitat: El sector completo se había adormilado como en la parábola de la rana hervida. Muchos propietarios se habían marchado arrendando sus casas y los nuevos inquilinos no tenían sentido de pertenencia, había basuras en la calle a toda hora y los habitantes de calle como los zombies de nuestra sociedad permanecían ensuciando los andenes, durmiendo en ellos y mendigando. La inseguridad no era tan terrible como se mencionaba, aunque tampoco salí o llegué caminando muy tarde en la noche. Había que hacer algo, pero no sabia a quien acudir. No sabía como ingresar a las asociaciones de residentes, es más, desconocía su existencia. La comunidad más cercana era la iglesia, a la que asistían unas pocas personas mayores, aunque nunca saqué tiempo para hablar con el sacerdote sobre los problemas del sector.

Mas de un año después surgió una posible solución: los encuentros ciudadanos



Motivación

El estado es una de aquellas construcciones humanas cuya presencia es invisible como una tenue neblina gris que rodea todas nuestras acciones, pero su ausencia frente a las consecuencias negativas de sus actos es inevitablemente notoria, aún mas cuando esa ausencia pareciera ser apropósito.

Respecto al estado, he de reconocerlo, soy ignorante, incluso para definirlo, pues mucho se ha hablado de él y seguramente cada generación lo habrá conceptualizado e interpretado a su manera. Desde mi óptica el estado debería ser el ente administrador de los concensos de los habitantes de un territorio (asumiendo que dichos habitantes sean responsables de sus actos, es decir, se autoregulen), pero en cambio es para mi un sistema de protección de los intereses de los que ostentan el poder. De allí la siguiente afirmación: el estado no existe; o mejor aún, el estado actual, tal y como se evidencia ante mi, no debería existir, aunque quizá tampoco nunca exista ese estado ideal que anhelo.

¿Es acaso la exigencia de derechos de un ciudadano una pelea de David contra una legión de Goliats, o el estado, a pesar de sus notables falencias puede garantizar el cumplimiento de los derechos de sus ciudadanos? Es esa la respuesta que pretendo contestarme durante el proceso que ya he iniciado y que comunicaré a través de éste blog